Elaboración de perfiles de deportistas: el índice de fuerza dinámica unilateral.

Publicado 20 de abril de 2021, 12:53

Elaboración de perfiles de deportistas: el índice de fuerza dinámica unilateral.

Un enfoque novedoso para la elaboración de perfiles de deportistas: el índice de fuerza dinámica unilateral.


Al evaluar el rendimiento físico de los atletas, es común que se implementen procedimientos de prueba de condición física en varios momentos del entrenamiento y de la temporada competitiva. Para los atletas de deportes de equipo, este proceso tiene lugar a menudo 3 veces al año con pruebas de aptitud física de rutina pre-, media y post-temporada realizadas para proporcionar una indicación de los puntajes de las pruebas de referencia y cómo se mantienen a lo largo de la temporada (Thomas 2005, Turner 2014). Aunque el análisis de las necesidades de un deporte dictará en gran medida qué cualidades físicas se requieren para las pruebas, existen pocos argumentos sobre la necesidad de mejorar la fuerza y la potencia para los atletas de deportes de equipo (Cronin 2005, Haff 2012, Wisloff 2014). Con el aumento de la fuerza sugerido como una herramienta eficaz para protegerse contra lesiones (Suchomel 2016 y 2018) y la potencia asociada positivamente con la velocidad y la velocidad del cambio de dirección (Nimphius 2010, Young 2002), su evaluación se ha convertido en un lugar común en la investigación y en la práctica deportiva. Las pruebas típicas incluyen la sentadilla isométrica o el tirón a la mitad del muslo para la fuerza y los saltos con contramovimiento (CMJ) para la potencia, los cuales se han sugerido como métodos eficientes en el tiempo para evaluar y detectar diferencias significativas para estas cualidades físicas (Loturco 2017).

Dado que tanto la fuerza como la potencia se evalúan con frecuencia en las baterías de tests de deportistas, la literatura reciente ha destacado el uso de un índice de fuerza dinámica (DSI), que proporciona una relación de la fuerza máxima (FM) que un atleta puede producir tanto en tareas isométricas como balísticas (Sheppard 2011, Thomas 2015). El DSI se calcula dividiendo la FM obtenida durante un salto de sentadilla o CMJ por la FM durante una sentadilla isométrica o un tirón a medio muslo (Comfort 2018). Hasta ahora, los datos normativos sugieren que las puntuaciones entre 0.7 y 0.8 son típicas tanto para los atletas de élite como para los de subelite (Comfort 2018, Sheppard 2011, Thomas 2015), aunque no se comprende completamente si esto es óptimo. Comfort y cols. (2018) informaron que el uso de cualquiera de los saltos produjo proporciones DSI similares, pero el salto CMJ debería ser el tipo preferido de salto vertical debido a su mayor confiabilidad. Además, la literatura ha destacado que tanto la sentadilla isométrica como el tirón a medio muslo son confiables para cuantificar la FM (Dos Santos 2018, Hart 2012, Thomas 2017); sin embargo, la sentadilla isométrica puede ser la opción preferida para evaluar la fuerza máxima de las extremidades inferiores debido a su capacidad para obtener puntuaciones de FM mayores que el tirón a mitad del muslo (Brady 2018). Además, los atletas que no están familiarizados con los movimientos de tracción asociados con el levantamiento de pesas pueden encontrar que la acción de “empujar” durante una sentadilla isométrica también es más favorable.

El DSI ha proporcionado una herramienta útil para que los profesionales que evalúan las cualidades de fuerza y potencia; sin embargo, los datos actuales sólo existen para pruebas bilaterales. Aunque la expresión de fuerza siempre será mayor en 2 extremidades que en 1, las demandas de movimientos múltiples para los atletas de deportes de equipo se realizan unilateralmente, como hacer un sprint, saltar y cambiar de dirección (Bishop 2017). Por lo tanto, los protocolos de prueba deben reflejar las demandas de movimiento a las que están expuestos los atletas, y cuantificar el DSI para cada extremidad por separado puede resaltar las discrepancias existentes de fuerza y potencia que pueden posteriormente informar el diseño de un programa de entrenamiento.

Recientemente, Chris Bishop, de la Middlesex University (Reino Unido) llevó a cabo un estudio al respecto cuyos objetivos fueron cuantificar la confiabilidad de la sentadilla isométrica unilateral y la fuerza máxima CMJ con respecto a reportar proporciones del DSI separados para extremidades derecha vs izquierda y dominantes vs no dominantes. Esto proporcionó datos para un DSI unilateral, que no existe hasta la fecha y podría ayudar a los profesionales a tomar decisiones sustentadas sobre su utilidad. Se planteó la hipótesis de que cada prueba mostraría niveles aceptables de confiabilidad y que existirían diferencias significativas entre las extremidades para el DSI.

Veintiocho atletas de deportes recreativos realizaron 3 pruebas de una sentadilla isométrica unilateral y un salto con contramovimiento (CMJ) para medir la fuerza máxima en cada acción en 2 sesiones de prueba separadas. El DSI unilateral se calculó utilizando tanto la extremidad izquierda vs derecha como también las extremidades dominantes vs no dominantes.

Se demostró una confiabilidad de buena a excelente en la sentadilla isométrica (coeficiente de correlación intraclase [ICC] = 0.86-0.96; coeficiente de variación [CV] <5.7%) y en el salto CMJ (ICC = 0.83-0.93; CV <5.8%) en ambas extremidades. El DSI mostró una confiabilidad de moderada a buena (ICC = 0.71–0.79; CV = 7.54–11.9%). Se informaron puntuaciones del índice de fuerza dinámica de 0.52 a 0.55 y de 0.55 a 0.59 en las extremidades izquierda y derecha, respectivamente, sin que se informaran diferencias significativas entre las extremidades. Se observó una diferencia significativa (p = 0.04) para el salto CMJ entre la izquierda y la derecha sólo durante la segunda sesión de prueba. Las extremidades dominantes y no dominantes informaron puntuaciones medias del DSI de 0.53 a 0.57, y fueron evidentes diferencias significativas entre las extremidades tanto en la sentadilla isométrica como en el salto CMJ (p <0.01).

Este estudio proporciona datos normativos para el DSI unilateral e indica niveles aceptables de confiabilidad, mientras que la consistencia de las medidas individuales de fuerza máxima puede considerarse buena cuando se cuantifica unilateralmente.

APLICACIONES PRÁCTICAS

Este estudio proporciona datos sobre el DSI unilateral para los profesionales que optan por evaluar la capacidad de FM de un atleta durante tareas isométricas y balísticas. La literatura previa ha destacado las asimetrías de la FM durante las pruebas utilizadas en este estudio entre el 6 y el 12%. En consecuencia, si existen diferencias significativas en las puntuaciones del DSI entre las extremidades, es plausible que estas diferencias se agraven aún más si existen asimetrías notables. Teniendo esto en cuenta, si los profesionales establecen diferencias significativas en las puntuaciones del DSI, el principio de aplicar entrenamiento suplementario de fuerza o potencia para una extremidad puede ayudar a nivelar los desequilibrios de fuerza o potencia. Esto se sustenta en una revisión crítica reciente sobre asimetría, que destacó que la propia definición de este término sugiere que el miembro más débil tiene una mayor “ventana de oportunidad” cuando se apunta a alcanzar su techo teórico (Maloney 2019). Además, dado que este es el primer estudio que informa puntuaciones DSI unilaterales, no se puede sugerir un valor óptimo; sin embargo, se sugiere que la aplicación de intervenciones de fuerza y potencia se prescriba cuando sea necesario para minimizar las grandes diferencias en las puntuaciones del DSI entre las extremidades. La investigación futura debe tener como objetivo establecer si las puntuaciones DSI unilaterales están relacionadas con medidas de rendimiento físico, lo que puede aumentar su utilidad como medio de análisis de datos posterior con respecto a las evaluaciones de fuerza y potencia.